Qué gran boda, Marta super sonriente, irradia alegría, Pedro un poco más reservado pero con guiños de complicidad, hacen de esta pareja una fantástica.
La Boda se hizo en Quinta Canaima, Oleiros, una finca excepcional donde todo está cuidado al detalle, y donde su maitre Jaime está pendiente del más mínimo detalle, esto ayuda a que en un día tan importante todo salga fantástico. Fue una boda con mucho sentimiento y mucha alegría, yo cada vez que reviso las fotos revivo esos momentos.
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